Si hay algo que nos evoca el relax, el confort y la tranquilidad es estar en un cálido lugar en vacaciones, flotando en una piscina de cara al sol con nuestras gafas oscuras y una bebida refrescante esperándonos en la orilla; sin afanes, sin mayores preocupaciones. Flotar sin nada que nos presione, ser libres en un espacio; este ambiente lo podemos replicar visualmente en nuestro cuarto de baño si elegimos los elementos adecuados. Cuando pensamos en diseñar el baño, nuestra mente rápidamente nos transmite la imagen de un sanitario tradicional anclado al suelo y un lavamanos en pedestal o sobre un mueble rígido, pero diseñar un baño con elementos flotantes o suspendidos, puede ser una realidad ahora y en LECCO encuentras justo lo que necesitas. Empecemos por la elección del sanitario.

¿Qué ventajas e inconvenientes debemos tener en cuenta al momento de seleccionar un sanitario flotante o suspendido para crear un ambiente que nos haga levitar?

La ventaja principal sin duda es la ligereza visual y la percepción de amplitud, aspectos determinantes si queremos lograr el propósito de crear un ambiente flotante, confortante y limpio.

Otra gran ventaja que nos ofrecen los sanitarios suspendidos o flotantes es la fácil limpieza del baño debido a que el diseño de estos sanitarios normalmente son flat sin mayores zonas de difícil acceso dejando además espacio en el piso para que, evacuar el agua el jabón y los productos que utilicemos en la limpieza se puedan retirar más fácilmente.

En resumen, implementar un sanitario flotante o suspendido es el equilibrio perfecto entre diseño, comodidad, higiene y funcionalidad. Sin embardo, se nos pueden presentar algunos inconvenientes con esta clase de sanitarios y los comentaremos a continuación:

Quizá al mismo tiempo que visualmente generamos un espacio más amplio en nuestro baño al instalar este tipo de sanitarios, necesitamos contar paradójicamente con un mayor espacio en nuestro baño, por ello, un cuarto de baño muy reducido no nos permitirá instalar el sanitario, ¿Por qué no? Porque se necesita empotrar los herrajes que sostienen el inodoro y el mecanismo de funcionamiento y esto no puede realizarse en un tabique normal, debe contemplarse hacerlo más profundo, lo que le resta algunos centímetros al espacio total del baño, sin embargo, dependiendo del diseño y la pericia del instalador, se podría contemplar hacer un murete o tabique que sirva como contenedor o repisa en el respaldo de nuestro sanitario.

Esto supone otro inconveniente y tiene que ver con los costos de instalación y mantenimiento, ya que, al tener un mecanismo diferente y especial en relación a los sanitarios tradicionales, el personal a cargo debe ser especializado, lo que supondrá un incremento en los costos de mano de obra.

Pero pensando en forma práctica y deseable, los inconvenientes no son mayores para lo que podemos lograr al crear el ambiente de nuestro baño, a fin de cuentas, queremos hacer de este lugar un espacio especial que nos permita “flotar” y desconectarnos por un momento de una realidad a veces monótona, evocando el confort, la pureza y el bienestar.